Gran Rodma 2019, el último gran vino de FINCA RODMA que completa la excepcional gama de la bodega
La bodega de Ribera del Duero Finca Rodma lanza su producto más exclusivo, el vino Gran Rodma 2019. Complejo, estructurado y elegante, solo se elabora con uvas tempranillo de calidad excepcional. Las viñas, de más de 60 años, están situadas a una altitud superior a los 900 metros. En la que es su primera añada, su producción está limitada a 3.000 botellas.
Finca Rodma, ubicada en la “milla de oro” de Ribera del Duero, culmina con éxito su puesta de largo con el vino más premium de la bodega. Gran Rodma completa la gama formada por Finca Rodma Selección 2019 y Finca Rodma Avizor 2019, dos vinos que con su primera añada han conseguido excelentes valoraciones.
El alma de Finca Rodma es la familia Martín Rodríguez (Grupo Valdecuevas), propietarios de un grupo empresarial ligado al sector agroalimentario de Castilla y León desde hace cuatro décadas. Con esta bodega, su proyecto más cuidado y personal, materializan un sueño: ponen en valor el reflejo del terruño en unos vinos en los que prima la calidad frente a la cantidad.
El año 2019 la bodega Finca Rodma dio sus primeros pasos en la conocida como “milla de oro” de la D.O. Ribera del Duero. Desde entonces, la bodega avanza de manera segura y constante en la consecución de su principal objetivo: ser un referente en la zona en cuanto a la elaboración de vinos exclusivos de la más alta calidad.
Gran Rodma: un vino único y “excepcional”
Con el reciente lanzamiento del vino más alto de su gama, Gran Rodma 2019 -“el más claro paradigma de nuestro terruño”-, la bodega consigue reflejar su esencia. Solo se elabora en las añadas que esté garantizado que las uvas den como resultado un vino de una calidad extraordinaria y 2019 lo fue. La añada recibió el calificativo de “excepcional” con una uva tempranillo en un magnífico estado de maduración durante la vendimia. Las uvas, recogidas a mano en cajas de menos de 15 kilos, se seleccionaron desde la propia planta. Proceden de pequeñas parcelas de un viñedo de más de 60 años ubicado a una altitud superior a los 900 metros en un suelo calizo y arcilloso. El rendimiento de las vides es inferior a 2.000 kg por hectárea.
Finca Rodma se caracteriza por el cuidado máximo de los racimos, las viñas y el entorno tanto mientras se vendimia como durante el proceso de elaboración de los vinos y Gran Rodma plasma perfectamente la personalidad de la bodega.
Elaboración por gravedad
En la bodega, tras una nueva selección de las uvas en las mesas, comienza la maceración y posterior fermentación alcohólica y maloláctica. Se realiza en barricas de roble francés de 500 litros adquiridas específicamente para la elaboración de este vino. A diferencia de Finca Rodma Selección y Finca Rodma Avizor, con esta vinificación integral el Gran Rodma entra en contacto con la madera desde el principio, consiguiendo una perfecta integración con la fruta. Para extraer todo el potencial organoléptico de la uva la maceración se realiza durante 30 días a temperaturas que oscilan entre los 8 y los 10ºC y la fermentación alcohólica por debajo de los 30ºC.
Durante el llenado y remontado se utiliza el sistema por gravedad. El objetivo es tratar la uva con el máximo cariño y evitar la oxidación de la fruta que puede provocar el tradicional bombeo. Este método de elaboración se utiliza para los tres vinos de Finca Rodma por lo que, tras la compra de la bodega, la familia Martín Rodríguez decidió aumentar y mejorar la capacidad de los OVIS.
El máximo cuidado durante todo el proceso también se pone de manifiesto en la elección del corcho de los tapones que, además de obtenerse naturalmente del paraje en el que se encuentra la bodega, se revisan uno a uno con todo detalle para garantizar su óptimo estado.
El vino más exclusivo de la bodega
Con un relato en el que el protagonismo recae en la naturaleza de la zona, Finca Rodma conecta sus tres vinos a través de la trucha -que representa a Finca Rodma Selección-, el águila -el reflejo de Finca Rodma Avizor- y su unión, materializada en el Gran Rodma.
“La trucha eligió vivir en las aguas únicas del río Duero, cuya ribera concede las características tan especiales a nuestros viñedos creando las condiciones perfectas para un terroir exigente y lleno de personalidad”.
“El águila eligió su hábitat en la misma zona de nuestros viñedos, a una altura considerable sobre el nivel del mar que forja el carácter indomable y exquisito de una uva y, por ende, de un vino incomparable”.
“La unión. El águila eligió que la trucha sería su presa, haciendo que el ciclo natural se mantenga latiendo en perfecta armonía en pleno corazón de la ribera del Duero. Al igual que nosotros elegimos, una a una, cada uva que produce este vino tan extraordinario”.
Gran Rodma 2019 es un vino complejo, estructurado, sedoso y elegante.
Variedad: 100% Tempranillo.
Tipo de crianza: 20 meses en barrica de roble francés de grano fino y 18 meses en botella.
Solo se elabora cuando la uva, que procede de un viñedo de más de 60 años en suelo calizo y arcilloso, alcanza una calidad excepcional. De la primera añada que ha salido al mercado, 2019, se han elaborado 3.000 botellas.
De color granate profundo con borde violeta, es complejo en nariz, con buen cuerpo y elegante.
Los aromas a frutas del bosque, regaliz, especias dulces, chocolate negro y café se complementan con notas balsámicas y una madera sutil.
En el paladar es sedoso, con estructura, lleno de matices y buena acidez. El final es largo y fresco con gran protagonismo para la fruta. Vino de guarda con un potencial de hasta 10 años.
La bodega donde tradición y vanguardia se dan la mano
Finca Rodma está situada en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Arriba, una de las zonas más exclusivas del mundo conocida como la “milla de oro”. El edificio que alberga la bodega refleja la unión perfecta entre arquitectura y naturaleza. Situado en el centro del viñedo, respeta al máximo los valores del paisaje y permite un mayor control del proceso de elaboración de los vinos.
La premisa con la que trabaja Antonio Nieto, enólogo de la bodega, es priorizar la calidad frente a la cantidad. El punto de partida es una elaboración artesanal reduciendo la utilización de elementos mecánicos tradicionales. El resultado son vinos más naturales, en los que se pueden apreciar mejor sus cualidades y con un carácter y personalidad propia.
Desde la adquisición de la bodega en 2019, la familia Martín Rodríguez la ha modernizado para hacerla más sostenible y sin perder de vista la elaboración tradicional de los vinos, una de las características principales del proyecto. El edificio cuenta con una instalación de placas solares que garantizan que casi la mitad de la energía que se consume proceda de fuentes renovables. Además, han mejorado el sistema de tratamiento y depuración de aguas.
Otra de las mejoras que han realizado es la renovación total del parque de barricas. Actualmente cuentan con un total de 150 barricas nuevas y de un año de uso, un 75% de roble francés y un 25% de roble americano.
El proyecto más cuidado y personal de la familia Martín Rodríguez
Finca Rodma inició su andadura en 2019 cuando la familia Martín Rodríguez (Grupo Valdecuevas), decidió ampliar su catálogo de productos agroalimentarios. Vinculados a este sector desde 1984, en 2011 nació Pago de Valdecuevas, una de las compañías de referencia en el mundo del aceite. Ese mismo año dieron el salto al sector vitivinícola con la compra de un viñedo en el término municipal de Rueda (Valladolid) y la creación, poco después de la bodega Valdecuevas.
En 2019 la familia se enamoró de un paraje único en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Arriba, dando comienzo a su aventura en Ribera del Duero. En tan solo tres años y con dos vinos a la venta, Finca Rodma tiene presencia en 10 mercados: España, Bélgica, Suiza, Dinamarca, EE.UU. (Florida y California), México, Puerto Rico, República Dominicana y Hong Kong.
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