CAN SUMOI: Cinco años en la Sierra del Montmell (por PEPE RAVENTÓS)
En una pequeña colina, en la Sierra del Montmell (Baix Penedès), después de una desconocida carretera de curvas, emerge la finca de Can Sumoi. A 600 metros de altura, el aire fresco de invierno te congela las manos a primera hora de la mañana. El sol despunta reflejándose en la olvidada masía que descubrimos después de un viejo camino flanqueado por olivos. Masía rodeada de viñedos, bosque y vegetación autóctona.
Finca y masía que nos enamoraron en el año 2016.
Desde que descubrimos este lugar, estuvimos inmersos en recuperar las 20 hectáreas de viñedos viejos de más de 50 años de Sumoll y Montonega; han pasado ya cinco años. Cinco años de vinos de altura, tranquilos, secos y frescos originados en este entorno privilegiado y genuino. Cinco años con una clara voluntad: Recuperar variedades y viñedos perdidos en el Penedés para elaborar vinos puros y auténticos con la mínima intervención en los procesos de viticultura y vinificación.
Y con esta misma pasión, trabajamos en equipo con agricultores locales, orgánicos. Viticultores vocacionales como Joan Ferrando, Pep Mulet, Marta Puig, Josep Marti, Anna Llenas, Pep Casañas, Antoni Mitjans o Joan Tarrida. Con viñedos de dos procedencias concretas, dando así a nuestros vinos dos orígenes muy marcados: Conca del Foix (200-300m) y las Montañas del Montmell (200-600 m).
El suelo de las cepas que se extienden alrededor del Macizo del Montmell nos aporta frescura, elegancia, concentración y redondez a los vinos. El suelo arcilloso y profundo de los viñedos arraigados en la Conca del Foix nos da volumen.
¿Cómo son los vinos de mínima intervención?
Siguiendo nuestro gran propósito: elaboramos vinos naturales con la menor intervención posible en la viticultura y vinificación. En el viñedo todo se trabaja según la viticultura orgánica, con un cultivo 100% ecológico, vendimia manual, todo prensado en bodega y solo levaduras naturales. En bodega seguimos los protocolos de mínima intervención sin aditivos enológicos ni sulfuroso, por debajo de los límites de 30mg/L.
Pero ahora muchos estaréis pensando: ¿Pero todos los vinos naturales son orgánicos, todos los orgánicos son naturales? ¿Qué es exactamente un vino natural? Rápido te diremos que un vino natural –como Alice Fiering escribe en su libro “Natural wine for the people”–: es un zumo de uva fermentada sin ningún tipo de aditivo añadido durante su vinificación.
¿Sin requisito alguno a que estos viñedos estén cultivados de forma orgánica? ¡Exacto! Sin embargo, la gran mayoría de elaboradores de vinos naturales (como Can Sumoi) realizan una viticultura ecológica en sus viñedos.
Conclusión: un vino natural está única y exclusivamente vinculado al proceso de vinificación sin aditivos. Aquí el sulfito es el rey. Pero, no es tan simple como esto:
¿Sabéis que en un vino convencional se suelen añadir aditivos que ayudan a la fermentación, conservación o mejora de la cata del vino? Se pueden utilizar levaduras, enzimas, azúcares, gelatinas, taninos, cobre, entre otros muchos. Estos están más restringidos en vinos ecológicos. Sin embargo, en un vino natural no se pueden usar ninguno, excepto una pequeña dosis de sulfitos.
Volviendo a los sulfitos, este derivado del azufre se genera naturalmente durante el proceso de fermentación de levaduras del vino. De modo que todos los vinos llevan sulfitos en mayor o menor medida originalmente. Según el tipo de vino podemos esperar estas cantidades naturales de azufre: En los convencionales el SO2 total permitido es máximo 200 mg/L, en vinos certificados como ecológicos 150 mg/L y en vinos naturales 30 mg/L. En definitiva, cuando hablamos de vinos naturales entendemos que no traen sulfitos añadidos. En los vinos de Can Sumoi –siguiendo la reciente normativa de Metode Vin Nature de Francia– no hay más de 30mg/L de sulfitos por vino.
¡Ahora vamos a disfrutar de una copa de uno de nuestros cuvees de Can Sumoi, sabiendo que estamos disfrutado de un vino orgánico, y natural y con menos de 30mg/L de sulfitos!
Decálogo Can Sumoi
Finca integrada de 400 hectáreas, abandonada desde 2000 con riesgo de invasión forestal.
Vinyes de alta muntanya, a 600 metros sobre el nivel del mar, Serra de l’Home – Massís del Montmell.
Recuperación de 20 hectáreas de viña con una edad media de 50 años.
Compromiso 100% para recuperar variedades autóctonas Parellada, Macabeu, Sumoll, Garnatxa y Xarelo.
Trabajo en equipo con agricultores locales, certificados orgánicos. Siguiendo la filosofia del respeto, la colaboración en la entrada y el precio máximo de las uvas en la región.
Recuperación de la vida a payés, recuperando la vida de la masía abandonada, cultivos complementarios, olivos, frutales, sembrado, cerdo, gallinas, tracción animal.
Reconstrucción de la bodega abandonada con técnicas ancestrales: gravedad, cerámica.
Cultivo orgánico y biodinámico 100%/cosecha manual y prensado en bodega/levaduras autóctonas.
Producción de vinos purps siguiendo el protocolo de intervención mínima sin aditivos enológicos ni azufre, por debajo de los límites de 25mg/litro.
Producción separada de la bodega Raventós i Blanc, centrado 100% en vinos espumosos.
Vendimia de altura en Can Sumoi: 2021
En la finca de Can Sumoi finalizó la cuarta vendimia y muy pronto se podrán degustar la añada 2021 de unos vinos de altura, tranquilos, secos y frescos.
Meteorología de alta montaña
Can Sumoi está situada a 600 metros de altura y la conforman 400 hectáreas de las cuales hemos recuperado 20 hectáreas de viñedo, con una edad media de 50 años, donde se extienden las variedades Sumoll y Parellada.
La vendimia, que comenzó el 16 de Agosto, se adelantó por la ola de calor del mes de Julio y del mes de Agosto que subió los termómetros hasta los 39oC. La pluviometría fue de 330,4 mm -muy inferior que en 2020 (795 mm)- y una temperatura media de 14ºC.
El otoño fue más seco de lo habitual y con un clima templado pero las reservas de agua en el suelo, a raíz de la alta pluviometría del ciclo anterior, permitieron a la cepa tener un buen agostamiento. Se trata del proceso de lignificación de la viña. En las viñas de Can Sumoi, durante un largo periodo, se acumularon reservas de energía a las raíces y a la madera hasta que llegó la primera helada del invierno, el 3 de diciembre, cuando las hojas cayeron y la planta entró en reposo invernal. El invierno y la primavera continuaron siendo secos pero frescos.
Febrero, mes clave para la poda
Como es habitual, la poda se hizo el mes de Febrero para retrasar la brotación y así prevenir que las heladas del comienzo de la primavera quemaran los brotes más tiernos.
A pesar de la sequía de los meses de Julio y Agosto, las lluvias puntuales de la primavera junto con las reservas de agua acumuladas en la tierra -por la alta pluviometría de la añada 2020 y por la nevada del 9 y 10 de Enero de este año en la finca- la maduración de la uva fue equilibrada con un buen desarrollo vegetativo de la planta manteniéndola fresca y sana, sin estrés hídrico ni enfermedades fúngicas.
El jabalí, el principal enemigo
La sequía del inicio del verano y la localización aislada de la finca favorecieron la llegada de jabalíes que se comieron gran cantidad de uva y como consecuencia se perdió un 15% de la cosecha. Aunque se tomaron las medidas correspondientes para evitar el acceso de los jabalíes con pastores eléctricos o con la colocación de pequeños depósitos de agua alrededor de la finca durante el período de maduración de la uva, desgraciadamente no fueron suficientes.
Una vendimia de altura
La cuarta vendimia nos aporta una añada que combinada con la ubicación de la finca (600 m de altura) y la meteorología seca nos darán concentración y redondez a los vinos. La producción total en Can Sumoi ha sido alrededor de 4.500 kg/ha.
Contentos de seguir trabajando para la recuperación de la finca y sus viñedos, seguimos con los trabajos de limpieza, plantación de fallas, trabajo y replantación de campos muertos y otros cultivos, durante todo el año. Porque apostamos por un trabajo meticuloso de gestión forestal en las 400 ha de bosques que rodean la finca, ayudando así a recuperar otros pulmones verdes de la zona geográfica de la Serra del Montmell.
Viticultores locales y orgánicos
Desde que recuperamos la finca -que había sido abandonada desde el 2000- y comenzamos el proyecto de recuperación de estos viñedos en el Baix Penedès, trabajamos cada año en equipo con viticultores locales que tienen certificado orgánico, siguiendo la filosofía del respeto, la agricultura biodinámica y la colaboración en las entradas, y defendiendo el precio máximo de la uva en la región.
Todos los trabajos los hacemos con la ayuda de temporeros. La recolección de las uvas en los videños de la finca se hace a mano y también en los videños de los agricultores con los que colaboramos. El prensado se hace a la bodega con levaduras autóctonas. Tenemos el compromiso de recuperar las variedades autóctonas desaparecidas (Sumoll, Garnatxa y Malvasía de Sitges), tanto en nuestra finca como en otros puntos del territorio, apoyando así a los agricultores de la zona y garantizando la preservación de la región.
Además, protegemos, conservamos y recuperamos las 380 ha de bosque que hay en nuestra finca del Montmell y ayudamos a proteger otros pulmones verdes del mundo. En este sentido, colaboramos estrechamente con la Asociación Forestal de Tarragona y somos miembros de la Asociación Stand For Trees. #WineActivist Por todo ello, nos gusta llamarnos #WineActivist. Porque defendemos y reivindicamos los valores de la tierra y del buen viticultor que pasan por trabajar la viña con el máximo respeto por la naturaleza, siempre bajo los parámetros de la viticultura orgánica y, utilizando técnicas ancestrales y biodinámicas. Porque trabajamos en equipo con viticultores locales para defender sus viñedos y variedades locales y el territorio. Porque recuperamos el bosque de nuestra finca y ayudamos a mantener otros de la zona. Porque vinificamos nuestros vinos siguiendo la filosofía de la mínima intervención para garantizar la máxima pureza y autenticidad. Porque somos viticultores que creemos que podemos hacer más por el planeta, por las personas y por el vino.
Cronología de la vendimia
Así ha sido la vendimia en Can Sumoi y estas son las fincas de los viticultores con los que hemos trabajado:
Moscatell de Pi de la Serra de Can Rossell del viticultor Santi Vallés. Vendimiado el 16-18 de Agosto.
Macabeu de Pla de Missa del viticultor Pere Lluch. Vendimiado el 30 y 31 de Agosto.
Sumoll de la Conca del Foix del viticultor Pere Lluch. Vendimiado el 9 y 10 de Septiembre.
Xarel·lo
De la Conca del Foix de los viticultores Pere Lluch, Joan Tarrida, Pep Casañas y Ferran Mulet. Vendimiado el 9 y 10 de Septiembre. o Dels Costers del Montmell de los viticultores Joan Ferrandoy Jaume Pons. Vendimiado el 9 y 10 de Septiembre.
De la Conca de Lavernó de los viticultores Lluís Raventós, Josep Cuscó y Toni Carbó. Vendimiado el 9 y 10 de Septiembre.
Parellada de Can Sumoi. Vendimiado el 14 de Septiembre.
Sumoll Garnatxa del Pla de Manlleu del viticultor Ernest Pérez. Vendimiado el 15 de Septiembre.
Garnatxa negre de l’Ametller (Les Cabanyes) del viticultor Pep Mulet. Vendimiado el 17 de Septiembre.
Garnatxa blanca del Pla de Manlleu del viticultor Sergi Molinari. Vendimiado el 18 de Septiembre.
Sumoll negre:
De Sant Pau d’Ordal del viticultor Joan Vendrell. Vendimiado el 20 de Septiembre.
De Rodonya del viticultor Antoni Mitjans. Vendimiado el 21 de Septiembre.
Moscatell d’Alexandria de Pla de Manlleu de la viticultora Marta Puig. Vendimiado el 21 de Septiembre.
info@cansumoi.cat
Can Sumoi en Instagram Can Sumoi en Raventós i Blanc
Can Sumoi en la tienda on-line
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