2 dic 2020

ASTRALES LUMA 2016

Bodegas Los Astrales presenta Astrales Luma 2016, una auténtica dote y herencia familiar; exclusiva producción limitada de 1.200 botellas, con un precio de venta en tienda de 120,00 €.

Este vino es el sueño compartido de Marisol Romera de la Cruz, máxima responsable –además miembro de la familia fundadora del Proyecto iniciado en el año 2000– que dirige la BODEGA LOS ASTRALES, y de su marido, Luis Delgado, principal referente de Los Astrales, que falleció repentinamente hace ahora casi un año.

Aún así, y pese a todas las circunstancias, esta bodega familiar de la Ribera del Duero no ceja en su empeño de transmitir vida e ilusión a través de sus vinos.

Y de este modo, entre sus ya conocidas y reconocidas referencias, sale ahora a la luz Astrales Luma 2016, la última ilusión de Luis Delgado, guardada como un tesoro por la bodega y custodiada con verdadero amor por Marisol Romera de la Cruz, para ofrecérnoslo como auténtico presente y homenaje a su autor.

Su nombre, “Luma", corresponde a los acrónimos de Luís y María, los hijos de Luis y Marisol.

Pero además “Luma” es una planta de la familia del “arrayán", muy rústica pero de flores muy perfumadas, y que expresa a la perfección el carácter de este vino, nacido en una tierra dura y pobre, pero que al tiempo ofrece su excelencia vitivinícola, enológica y sensorial, la propia de las uvas 100% Tinto Fino (Tinta del País) con que se elabora.

Astrales Luma pertenece a la vendimia del 2016 (cosecha de calidad excelente para Los Astrales: sana, bien madura y muy equilibrada), y está vinificado con todo cariño de forma artesanal a partir de viñas muy viejas de 90 años de viñedos plantados en vaso (rendimientos limitados a unos 3.000 kg de uva por hectárea), en suelos arcilloso calcáreos con cantos rodados, en el término municipal de Anguix (Burgos). En su elaboración, tras la selección manual de la uva y traslado por gravedad a un depósito de 1.000 L, desarrolla la fermentación con levaduras autóctonas, macerando al tiempo durante unos 15 días. Finalmente, realiza fermentación maloláctica, con crianza sobre lías, de 30 meses en barricas nuevas de roble francés de grano extra-fino, afinando al menos otros 12 meses en botella.

Todo un gozo para cuerpo y alma, que a los sentidos se nos presenta con un bonito color granate oscuro, denso, con reflejos y borde en tonos rubí oscuro.

En nariz expresa un aroma intenso, destacando desde el principio los recuerdos primarios (frutos rojos y negros), bien acompañados y complementados de notas especiadas, minerales y florales.

En boca se muestra potente desde la entrada, muy amplio, tremendamente expresivo y elegante, con un equilibrio perfecto entre fruta, acidez, alcohol y madera, con un paso por boca aterciopelado, muy agradable, al tiempo ancho, glicérico, untuoso y con un tanino que nos demuestra hechuras de vino de guarda. En su recorrido en la boca mantiene el carácter y personalidad de la fruta madura que se percibe en la nariz, junto a típicas notas ribereñas, regaliz, monte bajo, canto mojado, y finos tonos achocolatados, torrefactos y especiados perfectamente acompasados y compensados, propios de la noble crianza en barrica. Final largo y persistente. Un tinto decididamente tentador –invita a mil y un tragos– para tomar ahora mismo… o para guardar y disfrutar dentro de años, ya que se augura una evolución muy favorable en la botella.