ARLANZA, la denominación de Origen de los viñedos recónditos
Celebración en Madrid del fin de la vendimia 2023 de la DO Arlanza con un almuerzo muy castellano en el restaurante La Tahona (Grupo Asador de Aranda).
FOTOS y DOCs: Marifé Blanco · Ana de Castro · Grupo Asador de Aranda · Revista Restauradores
El presidente del Consejo Regulador, Ramiro García Arnáiz, reseñó las dificultades de la vendimia de este año en el encuentro mantenido con los medios de comunicación; pero al tiempo destacó la consolidación de la DO Arlanza, así como el dinamismo de nuevos emprendedores –bodegueros, enólogos y viticultores– que se están sumando a la singularidad y atractivos de esta modesta zona vitivinícola burgalesa y palentina.
Con la llegada de noviembre, llegó el final de la vendimia de la DO Arlanza con la consiguiente y consecuente celebración. Una excusa perfecta para reencontrarnos con los vinos de Arlanza, con Ramiro García, presidente del Consejo Regulador, y su equipo de comunicación, Marifé Blanco y Ana de Castro, acompañados de Miguel Corral, director comercial de Bodegas Buezo, que en esta ocasión nos agasajó en el almuerzo con otro de sus magníficos tintos de guarda, Buezo Nattan Reserva 2005.
Como quiso dejar claro desde el primer momento Ramiro García, se trataba de disfrutar y de celebrar de manera distendida, de pasar un rato agradable y divertido con buenos vinos y buenas viandas en este nuevo reencuentro entre amigos profesionales… o profesionales amigos. Excusa perfecta y magnífica compañía en la mesa; humana, vinícola y gastronómica.
Y el escenario, el ambiente y el menú elegidos para la ocasión nos hacían pensar que íbamos a deleitarnos con otro magnífico almuerzo para disfrutar en el momento y para guardar en el recuerdo. No nos equivocábamos. Una buena manera además de combatir y perder el miedo a los primeros fríos del otoño. Los vinos de la DO Arlanza jugaban sobre seguro… pero con el inconformismo necesario para seguir presentándonos novedades.
También nos adiestro el presidente del Consejo Regulador en el maridaje del tradicional Lechazo –además, santo y seña gastronómico del restaurante La Tahona (Calle del Poeta Joan Maragall, 21; antigua Calle Capitán Haya) y de su emblemático grupo de referencia Asador de Aranda (¡Felicidades por la reciente conmemoración de su 40º Aniverasario!), como no podía ser de otra manera– a la manera de los paisanos del valle del Arlanza.
Es decir, que ellos, los arlanceños, por costumbre, saben de las buenas sensaciones enogastronómicas –razones de digestibilidad y de casamiento natural y científico en las cosas del comer que versan sobre acidez y grasa– del lechal asado con los vinos rosados e incluso blancos de la tierra. Por cierto que, hablando de blancos, hay en la DO Arlanza también un incipiente movimiento de proyectos con las variedades de la tierra, desde la Albillo y la Viura, hasta las Castellana Blanca, Palomino, Rojal…
Esta insistencia en convertir el evento en un encuentro informal, relajado, de reencuentro era, por lo demás, lógica y más que justificada, teniendo en cuenta las dificultades que han sufrido este año los viticultores en la vendimia, especialmente en lo que a variedades blancas (muy desiguales) se refiere.
Por citar alguna de las incidencias (que imaginamos, además, van a ser bastante coincidentes con muchas de las denominaciones vinícolas de nuestro país), porque ha habido de todo: el periodo de cosecha de este año (por la circunstancias climáticas y climatológicas) ha llegado a alargarse en algunas zonas incluso hasta alcanzar un mes entero de duración; las viñas arlanceñas han sufrido estrés hídrico y lluvias torrenciales, ha habido algún atisbo de botritis al final de la vendimia, y han tenido algún que otro susto –según densidades– en etapas de las fermentaciones (aunque al final ‘la sangre no llegó al río’ y se ha solucionado con oxigenación… ya saben, ‘truquillos de los enólogos). En cuanto a las variedades tintas, parece ser que la cosa ha ido más rodada y tranquila.
Pero ya completamente colonizados, incluso abducidos, por las tradicionales viandas castellanas de entrada, la sabrosura de los pimientos asados y la morcilla de arroz de Burgos, o los choricillos palentinos a la olla, empezamos a disfrutar. El divertimento vino en primer lugar con el acompañamiento a las sustanciosas entradas de tres interesantes vinos jóvenes –un banco, un rosado y un tinto maceración carbónica– de la DO Arlanza.
Como decíamos, Ramiro García, el presidente del Consejo Regulador, hizo las veces de perfecto cicerone enológico y comenzó por desentrañar algunas peculiaridades del primer vino; el blanco Aire Norte 2022 de Bodegas Palacio de Lerma. Elaborado con uvas 100% Albillo Mayor de viñas situadas a más de 1.200 m de altitud, demostró su personalidad y complejidad (más en su paso por boca que en nariz). Tras una inicial punta de carbónico, “aguja” natural, desplegó un paso ligero, fresco, en el que paulatinamente íbamos encontrando las notas de fruta blanca y de hueso, pera, algún apunte mineral.
A continuación, degustamos Dominio de Manciles Rosado 2022 de Bodegas Copaboca; un “rosado clásico del Arlanza”, tal como nos lo definió Ramiro; un ‘ojo de gallo’ tradicional. En Arlanza, subrayó, los rosados siempre se han hecho para ser buenos vinos. Es decir, la uva seleccionada –100% Tempranillo– es uva tan buena como la cosechada para sus tintos. “Un rosado de verdad”. En este caso, Dominio de Manciles realiza tras su vinificación una posterior crianza sobre sus propias lías durante 2 meses que le confiere complejidad y una sensación grasa. Presenta una magnífica acidez provocada por la altura, tan típica y tan envidiada de los vinos del Arlanza. El vino también mantenía una punta de carbónico que aportaba vivacidad a la frescura de su conjunto, tanto de aromas como de sensaciones en su paso por boca. Pero ello no es óbice para mostrarse como un vino con cuerpo, grasa y estructura ideales para dar un buen paseo gastronómico, con sus gratas notas de fruta roja en sazón, bayas silvestres y fresas, y un largo y atractivo retrogusto.
La tercera propuesta joven de la DO Arlanza para el almuerzo fue Corniteros 2022; un tinto de maceración carbónica elaborado con uvas 100% Tempranillo de la bodega Señorío de Valdesneros, ubicada en la comarca natural del Cerrato Palentino (Torquemada, Palencia). Fresco, sencillo, huyendo del concepto de vinos voluminosos, con un agradable paso de boca y que a medida que pasaban los minutos en la copa se iba abriendo a aromas florales y de frutas del bosque, y notas en boca de fruta roja fresca, fresas. Procede de una producción restringida de 3.500 kg/ha que es objeto de una ‘vinificación primigenia’, en la que los racimos se fermentan enteros.
Con estos tres vinos, iniciamos la degustación del magnífico Lechazo del restaurante La Tahona. Pero, obviamente, había ‘cuerda’ para rato, y el almuerzo ganó en peso enológico con la propuesta de tres tintos que nosotros nos atrevemos a denominar como ‘de enjundia’.
Departiendo en la mesa con el propio presidente de la DO Arlanza, comenzamos esta segunda etapa con Boticario de Silos Tinto 2021 de Bodegas Septién. Este vino es una de las referencias de un joven proyecto vitivinícola que ha sabido imprimir en el vino la personalidad y tipología del terruño, los viñedos de altura y el paisaje de Arlanza. Esta producción limitada de apenas 2.000 botellas nace en las viñas de más de 80 años de Tempranillo, Garnacha y Mencía en el Paraje El Caballo, situado a 900 m de altitud. Para su vinificación y fermentación utilizan levaduras autóctonas y barricas de roble francés de 300 y 225 L. Finalmente, realiza una crianza sobre sus propias lías en barricas también de roble francés durante 12 meses hasta su embotellado. El resultado es un vino que marca muy bien el nuevo estilo de Arlanza, quitando mucha madera, por lo que predomina en nuestro recuerdo su carácter primario, frutal, su amable y elegante paso por boca, aterciopelado, con un final en el que las notas de cereza y frutos rojos se complementan con sugerentes matices tostados.
Pero para que aparezcan –y para poder entender– estas rejuvenecedoras y dinámicas referencias de la DO Arlanza, había que acudir al obligado homenaje a los clásicos. Y para ello, nada mejor que Gran Lerma Reserva 2017 de Bodegas Lerma. Este tinto 100% Tempranillo se nutre de uvas seleccionadas de viñedos plantados en vaso de más de 90 años de edad de una sola parcela, Finca El Borro, formada por suelo aluvial, calizas y canto rodado, cuyo rendimiento no excede los 3.000 kg/ha.
La elegancia y profundidad de sabores son atributos que apreciamos en Gran Lerma Reserva 2017, con una fruta bien equilibrada junto con la marca de la madera de su noble crianza (hasta 24 meses en barricas de roble francés de segundo uso, tras fermentación maloláctica en barrica con sus propias lías). Vino potente desde la entrada en boca, amplio, untuoso, con claros recuerdos ribereños, aromas de monte bajo, fruta negra madura, especias como el clavo, con un paso por boca marcado por la estructura y el equilibrio de un tanino maduro, bien domado, con una buena acidez que lo refresca, y un final persistente en el que recupera todas sus sensaciones de fruta muy madura, confitura de cereza, y elegantes tonos tostados y especiados de la madera.
Y como colofón, para terminar de hincar el diente al lechazo y acompañar al postre, una de nuestras referencias favoritas de la DO Arlanza. Buezo Nattan Reserva 2005. Aquí, Miguel Corral, director comercial de Bodegas Buezo, volvió a refrescarnos la memoria y toda esa memoria gustativa y sensorial que mantenemos de este vino; perfecto representante del singular concepto de ‘vinos de guarda’ que distingue a la bodega.
Desde la Finca Valdeazadón, en Mahamud, comarca burgalesa del Medio Arlanza, su moderna bodega rodeada de medio centenar de hectáreas de viñedo propio (cepas plantadas entre unos 850 y 900 m de altitud, en unos parajes dominados por un clima continental, contundente y extremo) acunan los fundamentos de este tinto guarda 100% Tempranillo, de corte o estilo francés de Burdeos, criado en barricas nuevas de roble francés aproximadamente 18 meses, permaneciendo en botella redondeándose al menos otros 90 meses. Miguel Corral lo definió como “el niño mimado” de los vinos que elaboran en la bodega: Selección de parcelas y barricas, magnífica acidez natural, gran capacidad de evolucionar en el tiempo… “Un magnífico vino de sobremesa, en buena compañía y buena charla”. Intenso desde que acercamos la copa en nariz, su finura, complejidad y elegancia se reafirman en un recorrido gustativo versátil, equilibrado entre apuntes primarios, secundarios y terciarios: desde fruta pasificada y en compota, frutos negros, guinda en licor, balsámicos, mentolados, estructura y corpulencia, notas tostadas finas y muy bien colocadas, chocolate negro amargo, tonos de reducción de calidad, cuero, tabaco...
Lo dicho. Un magnífico broche en el mejor de los escenarios posibles para un reencuentro de amigos en torno al buen vino de la DO Arlanza. Un proyecto de profundas raíces pero en continua construcción y evolución, cuya calidad se plasma, se postula y se reafirma en unos valores tradicionales, rurales y familiares de plena convicción. Como afirmó el Presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arlanza, Ramiro García Arnáiz, esta es una zona en la que aún se pueden ver en vendimia a cuadrillas familiares de los propios pueblos.
En Arlanza se mantiene una viticultura familiar; como prácticamente en ninguna otra parte ya en España. Durante la vendimia la gente come en el campo, sobre una manta… No es posible ver una vendimiadora, ni báscula o tolvas de recepción; todo son cajas y selección de uvas recogidas a mano, se pesa caja a caja… Todo esto facilita la maceración prefermentativa natural en frío que da ese color, buqué, sabrosura y embocadura que diferencian a sus vinos.
Por todo ello, desde revista Restauradores, una vez más, brindamos por vuestro éxito y agradecemos con toda sinceridad la invitación a compartir ese espíritu tan auténtico de la vendimia, por y con los vinos de la DO Arlanza.
Cheers!!!
CONSEJO REGULADOR DE LA DENOMINACIÓN DE ORIGEN ARLANZA
Ronda de la Cárcel, 4
09340 Lerma (Burgos)
Tel.: 947 171 046
E-mail: info@arlanza.org
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